ECUADOR: LA INCIDENCIA
DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN
LOS PROCESOS ELECTORALES
COMPRENDIDOS ENTRE EL
PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
Magíster en Ciencias Políticas
por la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO)
y Licenciado en Comunicación
Social por la Universidad Central
del Ecuador. Fue becario de Unión
Latina, de UNESCO, así como del
Programa de Estudios Políticos de
la FLACSO. Ha sido periodista
político y de investigación en
los principales diarios del país,
ex asesor parlamentario del
Consejo de Administración
Legislativa (CAL) de la Asamblea
Nacional. Analista político y
coordinador de contenidos en
varias instituciones del Estado.
Actualmente, es asesor en el
Consejo Nacional Electoral.
Correo electrónico:
wilsonr.benavides@gmail.com
Fecha de recepción: 15/02/2023
Fecha de revisión: 09/05/2023
Fecha de aceptación: 23/06/2023
Fecha de publicación: 28/07/2023
RESUMEN:
En Ecuador, las elecciones 2021 y 2023,
constituyen un quiebre que da lugar a una
“nueva” forma de relacionar a los candidatos con
los electores y viceversa. Hace tres años, debido
a la pandemia, las formas tradicionales de hacer
campaña como las caravanas, los mítines y las
caminatas fueron reemplazados por las redes
sociales, que -en 2023- se consolidaron en el
espacio virtual. Este trabajo busca reivindicar el
uso de TikTok para promocionar las candidaturas,
así como evidenciar que las fake news no son
monopolio de la virtualidad, sino de otras fuentes
como los medios o, incluso, las encuestas y, por
tanto, su incidencia es decisiva en el sistema
de creencias, valores y prácticas, sobre el que
se construye la democracia. ¿El TikTok y las
fake news son una amenaza para los procesos
electorales y la democracia; o, por el contrario,
representan formas inéditas de ejercicio de la
política que democratizan todo el sistema?, es
la pregunta central que guía esta investigación.
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
PALABRAS CLAVE:
TikTok, fake news, encuestas, política, democracia.
ABSTRACT:
In Ecuador, elections 2021 and 2023, constitute a break that gives rise to a “new” way of relating
candidates with voters and vice versa. Three years ago, due to the pandemic, traditional forms
of campaigning such as caravans, rallies and walks were replaced by social networks, which
-in 2023- were consolidated in the virtual space. This paper seeks to vindicate the use of TikTok
to promote candidacies, as well as to show that fake news are not a monopoly of virtuality, but
of other sources such as the media or even surveys, and therefore, their incidence is decisive
in the system of beliefs, values and practices, on which democracy is built. Are TikTok and
fake news a threat to electoral processes and democracy; or, on the contrary, do they represent
unprecedented forms of political exercise that democratize the whole system? is the central
question that guides this research.
KEYWORDS:
Tiktok, fake news, polls, politics, democracy.
1.- El contexto:
Desde el retorno a la democracia hasta
la actualidad, Ecuador ha tenido tres
Constituciones (1978, 1998 y 2008) y, en
ese período, la Ley Orgánica Electoral y de
Organizaciones Políticas de la República del
Ecuador, Código de la Democracia, ha sido
una de las más reformadas por la Función
Legislativa. Entre 1978 y 2006, se realizaron
27 reformas y codicaciones, dando un
promedio de una reforma por año.
Luego de la aprobación en referéndum de
la actual Constitución (2008), el Código de
la Democracia entró en vigencia el 2009 y,
desde entonces, se ha reformado en cinco
ocasiones: 2010, 2011, 2012, 2014 y 2020,
e incluso en la actualidad, en el año 2023,
ya se estaba tramitando una nueva reforma
en la Asamblea Nacional, que fue disuelta
por el presidente de la República, Guillermo
Lasso, el 17 de mayo anterior, con base al
artículo 148 de la Carta Magna.
En la última reforma (2020), que se aplicó
en las Elecciones Generales 2021 y en los
Comicios Seccionales 2023, se incluyó la
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JUSTICIA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Número 7 Año 6 2023
obligatoriedad de los debates electorales
televisados para las candidaturas a la
Presidencia de la República, así como
para las prefecturas y alcaldías en
circunscripciones con más de 100 mil
electores, con el objetivo de fomentar un
voto informado en la ciudadanía.
En las Elecciones Generales 2021, un total de
16 binomios participaron de estos eventos
en calidad de candidatos a la Presidencia y
Vicepresidencia de la República, mientras
que en los Comicios Seccionales de 2023
se organizaron 38 debates electorales: 17
para Prefecturas y 21 para Alcaldías.
Estos debates se incluyeron de manera
obligatoria desde el retorno a la democracia,
para que los electores conozcan de primera
mano las propuestas de los candidatos
y estas sean puestas en cuestión por
los otros aspirantes. Con ello, según el
Consejo Nacional Electoral, no solo se
difunde información ocial y completa a la
ciudadanía, sino también se combate las
noticias falsas.
Para contrarrestar estas últimas, en los
comicios 2021, la autoridad electoral
implementó una estrategia institucional
a través de la generación de mensajes
ociales en las redes sociales. Para Facebook
se crearon 120 mensajes para Instagram
112 contenidos y en Twitter 49. Como
resultado de estas publicaciones se registró
el siguiente alcance: Facebook, 3’744.485
impresiones; 929 en Instagram; y, 8.101
en Twitter. Asimismo, en coordinación
con la cooperación internacional, se
elaboró el documento: “Combatiendo la
manipulación de información: Un manual
para las elecciones y posterior a ellas”.
En la práctica, sin embargo, todos estos
esfuerzos resultan insucientes en la
medida en que, actualmente, candidatos y
electores construyen nuevas narrativas sobre
la política y la democracia que se expresan
en las diferentes plataformas tecnológicas,
pasando de Facebook a Twitter, y de estas,
a Instagram y a TikTok.
Este paso de las campañas tradicionales a
las virtuales plantea una serie de retos por
resolver en un país como Ecuador, que tiene
18 millones de habitantes, 13 millones de
electores y casi 300 organizaciones políticas
legalmente reconocidas. Una nación que,
pese a ser la primera de la región en retornar
a la democracia, no logra consolidar -hasta
hoy- este régimen político por una serie de
factores que no vienen al caso mencionar
en este estudio. No obstante, es necesario
intentar una aproximación conceptual a
las nuevas realidades que van moldeando
la política y las ideas que la gente tiene
sobre la democracia, en el contexto de
dos procesos electorales consecutivos y ad
portas de unas elecciones presidenciales y
parlamentarias anticipadas.
Este trabajo propone analizar desde la
perspectiva sociológica si pese al diseño
institucional vigente, redes sociales como
Tiktok y el fenómeno de las fake news ¿son
una amenaza para los procesos electorales;
o, por el contrario, representan formas
inéditas de democratización del sistema
político? A manera de hipótesis, sostiene
que esta red social, así como las noticias
falsas son nuevas narrativas a través de las
que los electores no solo conocen a los
candidatos, sino que moldean un nuevo
concepto de democracia.
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
La selección de los casos (Elecciones
Generales 2021 y Comicios Locales 2023)
es arbitraria, pero se sustenta en una
evidencia empírica bastante obvia: es a raíz
de la campaña electoral de 2021 cuando la
incidencia de las redes sociales, en especial
Tiktok y las fake news, se posicionaron
como una forma de pensar y hacer la
política que se ha expandido y legitimado
en el proceso electoral 2023.
Metodológicamente, este artículo no
busca comparar una elección nacional
con una local en términos de rendimientos
electorales de las organizaciones políticas y/o
candidatos, sino mirar como el TikTok y las
fake news atraviesan de manera transversal
ambos procesos. El texto está dividido en
cuatro partes: contexto, debate conceptual,
análisis de casos y conclusiones.
2.- Debate conceptual
2.1 Las redes sociales
Desde su aparecimiento a inicios del nuevo
milenio, las redes sociales han evolucionado
y nos han mostrado un mundo distinto
al que conocimos a través de los medios
de comunicación tradicionales como la
radio, la prensa y la televisión. Pasamos
de entender el entorno desde el discurso,
el libro y la imagen, a comprenderlo hoy
desde un teléfono celular que nos permite
el intercambio global e ininterrumpido de
audios, textos, imágenes y videos en tiempo
real, generando un cúmulo de sensaciones
(Durán y Nieto, 2009).
Este es el cambio radical que las redes están
imprimiendo en los distintos ámbitos de la
vida; sin embargo, ha carecido de un debate
académico de trascendencia, como el que se
planteó con el aparecimiento de la televisión
a mediados del siglo XX y fue recogido
magistralmente por el semiólogo, Umberto
Eco, en “Apocalípticos e integrados” (1965).
Quizá por esa razón, asumimos como
“normal”, la serie de transformaciones que
la tecnología está moldeando en la vida
cotidiana de las personas, las instituciones,
los Estados y las sociedades. Según el
lósofo surcoreano, Byung-Chul Han (2022),
vivimos un “capitalismo de la información”,
caracterizado por una nueva forma de
poder global que pasa de la coerción al
incentivo, “explotando la libertad, en lugar
de suprimirla (…) con medios sutiles para
controlar el comportamiento (…)” (p. 18).
Recogiendo el debate planteado por
Habermas (2002) sobre la acción
comunicativa, como alternativa a la
acción racional, Chul Han plantea el
concepto de infocracia, a la que define
como la “crisis de la democracia en la
era de la información” (p. 33), donde este
régimen político se encuentra flanqueado
más por informaciones virales que por
visiones ideológicas (p. 35).
Chul-Han (2022) advierte que en esta
nueva realidad, “no es la conciencia de la
vigilancia permanente, sino de la libertad
sentida, la que asegura el funcionamiento
del poder (…) (porque) ser libre no
signica actuar, sino hacer click, dar like
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JUSTICIA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Número 7 Año 6 2023
y postear (…)” (pp. 19-20). Recuerda
que el régimen de la información, a
diferencia de los relatos ideológicos de los
regímenes totalitarios, se fundamenta en
“la operación algorítmica que da paso al
dataísmo que (…) es un totalitarismo sin
ideología” (p. 21).
En la práctica, señala Byung-Chul Han
(2022), este régimen totalitario “aísla a
las personas. Incluso cuando se reúnen,
no forman una masa, sino enjambres
digitales que no siguen a un líder, sino
a sus inuencers (…) (haciendo que)
los individuos dejen de ser el hombre-
masa para convertirse en perles de
comportamiento” (pp. 21-22).
2.2.- Infocracia y fake news
La Red de Periodismo Ético de la Fundación
Gabo (2019) dene las noticias falsas (fake
news) como “toda información fabricada
y publicada deliberadamente para engañar
e inducir a terceros a creer falsedades
o poner en duda hechos vericables”.
Esta organización aclara que si bien son
actores concretos con intención maliciosa
quienes las inician, su verdadero poder
se despliega cuando son compartidas por
usuarios que desconocen su falsedad y se
vuelven virales.
La Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) (2020) explica que las noticias
falsas se caracterizan por contener
información escasa y lenguaje emotivo, la
ausencia de fuentes conables, y aunque
no son un fenómeno nuevo, es la lógica
de las redes sociales y la posibilidad de
viralización instantánea lo que las convierte
en una problemática de alcance global.
Pero, las noticias falsas, se asientan en
una lógica mucho más compleja. En el
capitalismo o régimen neoliberal de la
información, o en el totalitarismo sin
ideología llamado dataismo como lo
conceptualiza Byung Chul-Han (2022),
la comunicación afectiva supera a la
racionalidad discursiva, haciendo que “no
sean los argumentos los que prevalezcan,
sino la información con mayor potencial de
excitación”.
Esto abre paso a la difusión y el
posicionamiento global de las noticias
falsas o fake news que, en la actualidad,
“concitan más atención que los mismos
hechos, haciendo que un solo tuit con una
noticia falsa o un fragmento de información
descontextualizado, sea más efectivo que
un argumento bien fundado” (Chul-Han,
2022, p. 35).
El mencionado autor recuerda que
las noticias falsas son prácticamente
consustanciales a la infocracia, debido a
que en este régimen “la información (…)
carece de estabilidad temporal porque vive
del atractivo de la sorpresa y (…) fragmenta
la percepción, arrastrando la realidad a un
torbellino de actualidad (…), reprimiendo
las prácticas que demandan tiempo como
el saber, la experiencia y el conocimiento”
(p.33).
Byung Chul-Han (2022) recuerda que los
modelos comunicacionales anteriores a
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ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
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la infocracia como la mediocracia y la
telecracia, “se basaban en el espectáculo
y el entretenimiento”, mientras que el
actual, lo hace en las noticias falsas y la
desinformación (p.39).
“En la sociedad de los medios de
comunicación de masas no existía una
infraestructura para la producción masiva
de noticias falsas. La televisión podía ser
un reino de apariencias, pero no era una
fábrica de fakenews” (p.38), que crece
exponencialmente con la red digital que
crea las condiciones para las “distorsiones
infocráticas de la democracia”, impactando
directamente en el sistema político y en las
campañas electorales.
La mediocracia degradaba las campañas
electorales hasta convertirlas en una
guerra de escenicaciones mediáticas. El
discurso era sustituido por un show para
el público. La televisión, como medio
principal de la mediocracia, funcionaba
como escenario político. En la infocracia,
por el contrario, las campañas electorales
degeneran en una guerra de información
(…) que se libra con todos los medios
técnicos y psicológicos imaginables (…).
(pp. 39-40)
2.3.- Las fake news como framing
Manuel Alcántara (2012) recuerda que
pese a la creciente inuencia de las redes
sociales, los medios de comunicación
“(…) intervienen en la contienda política
y también son los escenarios donde se
dene lo que ocurre mediante el framing,
o enmarque, dejando obsoleta la clásica
deliberación entre políticos, para situar
el debate en el escenario enmarcado más
cómodo para las partes” (p. 197).
El framing, dice este autor, tiene que ver
con los “(…) principios organizativos
compartidos socialmente que persisten a lo
largo del tiempo, trabajando simbólicamente
para estructurar el mundo social, dándole
sentido (…) a la hora de convertir valores
abstractos en opiniones concretas que sirven
de sustento para la acción (…)” (p. 197).
Los enmarques ayudan a superar
los problemas de ambivalencia de
todo conicto (…); simplica las
demandas informativas (…) mediante la
categorización; contribuye a declarar el
estatus o el valor superior de un objetivo
de manera absoluta o en relación con
otros; y nalmente, asigna ciertos tipos de
objetivos sociales y políticos al dominio
especial de una institución. (p. 197)
Nelson y Willy en Alcántara (2012) señalan
que existen varios tipos de enmarques, pero
“en política cuatro son los más relevantes:
1) De acción colectiva. 2) De decisión. 3)
De noticias y 4) De temas; los tres últimos
son los que tienen una relación más
estrecha con los medios, estableciéndose
el proceso activo que conlleva todo framing
(…)” (p.197).
Alcántara (2012) recuerda que el framing
se produce a través de procesos internos en
los medios de comunicación, que tienen
un impacto mayor cuando se trata de
manejar el conicto, que es el eje central
de la política (pp. 198-199). “El aplauso, la
condena, la crítica matizada, el silencio,
la satisfacción de intereses de terceros,
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Número 7 Año 6 2023
se convierte en el verdadero proceso de
rendición de cuentas, con consecuencias
inequívocas para el futuro de los políticos”
(p. 199).
Ahora bien, este proceso de construcción
de encuadres que realizan los medios de
comunicación tradicionales para denir
los temas y los actores, los villanos y
los héroes, el ambiente y los énfasis de
las historias, se ve modicado con la
virtualidad, la rapidez, la inmediatez y la
globalidad que han alcanzado las redes
sociales, donde los formatos se imponen
a los contenidos, independientemente si
estos son reales y/o verdaderos.
Con las redes, los medios pierden el
monopolio de la construcción de los
framing, porque estos se alimentan de una
multiplicidad de textos, imágenes, audios
y videos que circulan incesantemente las
24 horas los siete días de la semana y son
producidos por cualquier persona que
tiene un teléfono inteligente.
Los encuadres generados por la virtualidad
ya no operan en el mundo de los hechos
sino solo en el de los símbolos y, con ello,
los hechos del mundo real pasan a licuarse
en la vorágine de la infocracia.
2.4.- Las encuestas, ¿otra fuente de fake
news?
A mediados de la década de los 90, el
sociólogo español, Jesús Ibañez (1994),
planeó una revolucionada teoría para
perfeccionar los métodos con los que la
sociología intentaba comprender la realidad.
Para este autor, era fundamental que los
investigadores sociales logren superar los
tradicionales métodos inductivo y deductivo
para pasar a un modelo basado en la
transducción, que -haciendo una mezcla de
ambos- proponía superar la distinción entre
sujeto y objeto de conocimiento.
En este trabajo, Ibañez, explica uno de los
procesos de construcción de sentido más
importantes de la sociedad contemporánea,
al que denomina neguentropía, que consiste
en que tanto los medios de comunicación
como las empresas encuestadoras recogen
información de la “base” de la sociedad, la
procesan internamente y luego la vuelven
a “inyectar” a la sociedad en forma de
agenda setting y encuestas de popularidad e
intención del voto.
Bajo estas premisas, y otras que no vienen
al caso citar en este documento, se ha
posicionado la idea que las encuestas
direccionan la intención de los electores,
especialmente del grupo de los indecisos, que
-siguiendo esta lógica- tenderán a sumarse
al candidato con mayores posibilidades de
triunfo.
En la práctica, esta lógica legitima la idea
-socialmente aceptada- de que existan
“candidatos ganadores” incluso antes de
que se realicen las elecciones. Esto genera
un efecto doble; por un lado, desalienta las
campañas de los aspirantes que no guran
entre las preferencias; y, por otro, hace que
quienes van en la delantera estén totalmente
convencidos de su “eminente” victoria.
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
Las encuestas se difunden a través de los
medios de comunicación que, generalmente,
posicionan a los candidatos con mayores
opciones. En la actualidad, este proceso se lo
realiza a través de las redes sociales de todo
tipo: desde las cuentas institucionales de las
mismas encuestadoras, las de los medios, las
de los actores políticos, entre otras.
Eso es lo que sucedió en los Comicios
Seccionales de 2023 cuando, la mayor parte
de empresas encuestadoras, ya daban por
hecho que la exalcaldesa de Guayaquil,
Cynthia Viteri, ganaría la reelección;
así como, colocaban con excelentes
posibilidades de triunfo al destituido alcalde
capitalino, Jorge Yunda Machado, como lo
reeja la siguiente tabla:
Tabla 1
Comparativo encuestas vs conteo ocial del CNE
Elecciones Seccionales 2023
Candidatos Partido Dato Encuestas Conteo CNE
ALCALDES GUAYAQUIL Y QUITO
Partido C MKT CS IC
Cynthia Viteri PSC 48% 46% 44% N/D 30.39%
Aquiles Álvarez RC 32% 28% 20% N/D 39,36%
Jorge Yunda PK 26% 29% 30% 29% 22,20%
Pabel Muñoz RC 17% 18% 25% 27% 25,18%
PREFECTOS GUAYAS Y PICHINCHA
Susana González PSC 26% 40% 35% N/D 25,63%
Marcela Aguiñaga RC 23% 20% 19% N/D 34,36%
Guillermo Churuchumbi PK 20% 23% 27% 35% 25,56%
Paola Pabón RC 32% 28% 35% 31% 27,96%
Fuente: Llorente y Cuenca LLYC 2023 y CNE-APP. LLYC proporciona un comparativo de los datos para
las alcaldías de Quito y Guayaquil y las prefecturas de Guayas y Pichincha con las mediciones realizadas
por cuatro encuestadoras: Comunicaliza (C), Market (Mkt), Clima Social (CS) e Informe Condencial
(IC) entre el 19 y el 28 de enero de 2023. Los datos de la Alcaldía de Guayaquil y de la Prefectura del
Guayas, subrayados con negrilla, corresponden a Cedatos (C), porque las encuestadoras Comunicaliza
e Informe Condencial no realizaron mediciones para estas dignidades. N/D=No disponible. Los datos
de la CNE-APP, corresponden al 100%/. Elaboración propia.
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REVISTA ESPECIALIZADA
JUSTICIA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Número 7 Año 6 2023
De acuerdo con la tabla 1, al menos cuatro
encuestadoras erraron totalmente en sus
pronósticos electorales, respecto de quienes
ganarían los comicios en las alcaldías de
Quito y Guayaquil, donde Yunda y Viteri
aparecían como favoritos, de acuerdo con
esos sondeos. Sin embargo, a la luz de los
resultados ociales del CNE, esas cifras
estuvieron equivocadas. ¿Qué sucedió? ¿Por
qué erraron todas al mismo tiempo y con los
mismos candidatos?
Este hecho evidencia cómo en el
dataísmo, cimiento de la infocracia
(Byung Chul-Han, 2021) incluso puede
convertir a fuentes legítimas como las
empresas encuestadoras en fábricas de
noticias falsas o fake news. Y es esta
realidad la que construye la política, la
percepción de los procesos electorales y
la democracia en su conjunto.
2.5.- La cultura moderna líquida
Paralelamente, Bauman y Donskis (2019)
desarrollan el concepto de cultura moderna
líquida, que considero puede aportar
una interesante visión para construir un
paraguas conceptual más integral desde el
cual comprender las redes sociales y las
fake news, no solo desde la comunicación
sino desde la sociología. Esto en la medida
en que la mayoría de estas reexiones
corren el riesgo de ser autorreferenciales al
interpretarse, únicamente, desde la primera
disciplina.
Esta cultura, dicen, “transforma a los seres
humanos en unidades estadísticas (…) al
servicio de fuerzas y sistemas anónimos
(…)” (p. 157), que nos envuelven en “una
apretada telaraña de vigilancia electrónica
(…) que tiene a los algoritmos como su
principal arma (para) calarnos con precisión
como blancos de sus nes, sea para
obligarnos a gastar nuestro dinero (o para)
sumarnos a causas que no hemos elegido”.
(Bauman y Donskis, 2019, pp. 64-65).
En el plano de la comunicación, según
Bauman y Donskis (2019), esta cultura
moderna líquida fomenta una “distorsión
deliberada o una inversión indisimulada de
los signicados de las palabras (p.67), que se
ha globalizado a través de las redes sociales
y se expresa en las fake news, a través de la
“hegemonía de una cultura del analfabetismo
sustentada en la facilidad sin precedentes
con la que las mentiras, las invenciones y
la amnesia pública -fomentada (incluso) de
forma articial- manipulan o simplemente
borran el contenido de la conciencia
histórica (…)” (p. 155).
Paradójicamente, contrario a lo que sostienen
los más fervorosos defensores de las redes
sociales, estas construyen una opinión
pública que promueve un “relativismo moral
(…) que se fundamenta en una sensibilidad
selectiva hacia los otros” (Bauman y
Donskis, 2019, p.73), provocando que las
personas sean descartadas “por desinterés
e indiferencia, más que por desprecio u
hostilidad (…)” (pp. 82-83).
Bajo esta lógica, únicamente en los
programas de televisión y en las elecciones
“se precisa de una masa anónima de
espectadores y votantes, necesaria para
sostener la popularidad y los índices de
audiencias” (pp.188-189).
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
2.6.- Un mundo donde todos
comunican
A diferencia de estas visiones “pesimistas”
de las redes sociales, otros autores
consideran, en cambio, que no son tan
destructivas ni perjudiciales como las
conceptualizan Byung Chul-Han (2022) o
Bauman y Donskis (2019).
Durán y Nieto (2018), por ejemplo, reivindican
y legitiman el carácter democratizador de
las redes sociales, ya que gracias a una
diversidad de plataformas tecnológicas,
“(…) multitudes de ciudadanos se comunican
con todos los demás, quienes opinan y
reproducen los mensajes alterándolos a su
manera (…) aprendiendo y enseñando lo
que es real, (…) cuáles son los valores que
se deben defender (…)” (pp. 134 y 195).
Para estos autores, el internet y la masicación
de los teléfonos inteligentes, han alterado
las relaciones que mantenemos con los
otros y con el mundo que nos rodea. “(…)
Las pantallas reemplazaron a los rostros y
se convirtieron en ventanas que nos sacan
del entorno inmediato y nos proyectan a una
realidad que ni siquiera tiene límites entre lo
fáctico y lo virtual” (p. 134).
Los citados autores sostienen que la opinión
pública global “pertenece a millones de
personas que intercambian todo tipo de
contenidos de manera autónoma, desconoce
cualquier autoridad y debilita el poder de
líderes, organizaciones y partidos políticos.
Ya no depende del aval de los medios ni de
ninguna institución” (Durán y Nieto, 2018,
pp. 136-137).
Gracias al internet y los teléfonos inteligentes,
esta nueva opinión pública incrementó la
autonomía de las personas, haciendo que el
mundo se identique con la realidad virtual
creada por ellas, que ahora es lo único real
(Durán y Nieto 2018, p. 134).
Chul-Han (2021) denomina a este fenómeno
como el “poder Smart” que es permisivo
y no represivo, ya que “no funciona con
mandamientos y prohibiciones, sino que
nos hace dóciles, dependientes y adictos
(…) No nos impone el silencio, más bien nos
incita y anima continuamente a comunicar y
compartir nuestras opiniones, preferencias,
necesidades y deseos. Y hasta a contar
nuestras vidas (…)” (p.40).
Al ser tan amistoso, dice el mencionado
autor, el “poder Smart”, “hace invisible, su
intención de dominio. El sujeto sometido ni
siquiera es consciente de su sometimiento,
pero se imagina que es libre (…)” (p. 40).
Plataformas como Facebook o Google
son los nuevos señores feudales.
Incansables, labramos sus tierras y
producimos datos valiosos, de los que
ellos sacan provecho. Nos sentimos
libres, pero estamos completamente
explotados, vigilados y controlados. En
un sistema que explota la libertad, no se
crea ninguna resistencia. La dominación
se consuma en el momento en que
concuerda con la libertad (Chul-Han,
2021, p. 40).
El “poder Smart” nos lleva a intoxicarnos
con la comunicación, arrojando como
consecuencia la “infomanía”, que para
Byung Chul-Han (2021), es el “fetichismo a
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REVISTA ESPECIALIZADA
JUSTICIA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Número 7 Año 6 2023
la información y a los datos” (p. 14), resultado
de un proceso mayor donde “la Revolución
Industrial -que reforzó y expandió la esfera
de las cosas alejándonos de la naturaleza
y de la artesanía- es reemplazada por la
digitalización del mundo, que termina con
el paradigma de las cosas y estas quedan
supeditadas a la información” (p.15), guiado
por el paradigma del acceso.
El efecto de esta lógica en la política y en
las campañas electorales es fundamental,
según lo recogen Durán y Nieto (2018),
quienes señalan que antiguamente los
ciudadanos “sentían la necesidad de que
los representaran estructuras políticas,
sindicales y de otros órdenes” (p.136),
pero en los albores del siglo 21, la
comunicación se desbordó y mezcló todo
lo que parecía estable y permanente.
La posibilidad de construir símbolos
dejó ser patrimonio de las élites y
se puso al alcance de todos. Miles
de millones de seres humanos se
comunican todos los días, a toda
hora, e intercambian todo tipo de
información. Cada día son más los que
se conectan a la red y se contactan a
mayor velocidad, pueden transmitir
información casi sin límites, no sienten
la necesidad de que otros hablen por
ellos y no quieren ser representados
(Durán y Nieto, 2018, pp. 133 y 136-
137).
En esta realidad, señalan, “los líderes bajaron
simbólicamente de los escenarios en que
arengaban (…). Se les podía ver el rostro
en vivo, a corta distancia. La gente sintió
que eran seres humanos que compartían
con ellos sueños y a los que podía tratar
con conanza. Ahora, el dirigente político,
religioso o de cualquier tipo, es una persona
más en ese torbellino, pero ha perdido el
monopolio de emitir mensajes” (Durán y
Nieto, 2018, p. 193).
3.- Una aproximación a la
realidad: análisis de casos
El informe Ecuador Estado Digital, de abril
de 2022, de Mentinno Consultores, señala
que en nuestro país existen 14 millones de
usuarios activos de redes sociales. De ese
total, 13,5 millones de Facebook; 4 millones
de TikTok; y 3,5 millones de Twitter. Entre
enero de 2020 y el mismo mes de 2021,
la red social con mayor crecimiento fue
TikTok (74%) seguida por Spotify (41%) y
Twitter (40%). Facebook experimenta un
crecimiento de apenas el 2%, mientras
Instagram y Linkedin crecieron, 25% y 24%,
respectivamente.
El documento de Mentinno señala que Twitter
creció un 20% en sus interacciones seguido
de TikTok con un 17% que incrementó
de 5,11 a 5,96% en un año. Contrario a
esto, Facebook e Instagram redujeron sus
interacciones en 35% y 8%, en su orden.
En mayo de 2022, la encuestadora
“Estrategia” realizó una medición con 1.006
casos en cuatro ciudades de Ecuador. Llama
la atención que las redes sociales hayan
alcanzado un 11,7% de credibilidad de la
ciudadanía, ubicándose detrás de la Iglesia
(17,4%), la pareja (16,3%) y las Fuerzas
Armadas (13,9%). Geográcamente, la
credibilidad en las redes es mayor en Quito,
con 15,6%; seguida de Guayaquil, con
12,1%; Portoviejo (11,1%); y, Cuenca (5%).
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
De acuerdo con estos datos, TikTok,
actualmente, está teniendo fuerte acogida en
la gente, lo que está moldeando una nueva
forma de entender y hacer política tanto por
los candidatos como por los electores. Esta
red social apareció en la campaña electoral
de 2021 a través de las candidaturas a
la Presidencia de la República de Xavier
Hervas (ID), Yaku Pérez (PK) y Guillermo
Lasso (CREO); y, en los Comicios Locales de
2023, en las candidaturas de Cynthia Viteri
(PSC) y de Jorge Yunda (PK), a las alcaldías
de Guayaquil y Quito, respectivamente.
3.1- ¿Continuidad o cambio?, el
dilema de las presidenciales 2021
Las Elecciones Generales de 2021 intentaron
marcar un punto de inexión en el sistema de
partidos ecuatorianos en la medida en que
el país se jugaba el cambio o la continuidad
de un modelo político que -al menos en el
papel- duró 14 años consecutivos1.
Para esos comicios se inscribieron 16
binomios como candidatos a la Presidencia
de la República, de los cualesla mayoría
incursionaron por primera ocasión en la
1 El proyecto de la Revolución Ciudadana llegó
al poder en las Elecciones Generales de 2006 con Rafael
Correa, un outsider en la época, quien se impuso al
empresario bananero, Álvaro Noboa, con una propuesta
refundacional de convocar a una consulta popular para
instalar una Asamblea Constituyente que redactó una nueva
Constitución, la que a su vez fue aprobada por el pueblo en
referéndum. Correa ganó las elecciones post constituyentes
de 2009 y 2013 en primera vuelta. Impulsó varias consultas
populares, así como una enmienda constitucional para
posibilitar la reelección sin limitaciones (2015) aprobada por
la Asamblea Nacional. En 2017, declinó su postulación para
un tercer mandato poniendo como su carta presidencial a
Lenin Moreno, su exvicepresidente y quien una vez en el
poder marcó distancias convocando a una consulta popular
(2018) con la que eliminó la reelección y estableció un
Consejo de Participación Ciudadana de transición para elegir
a las autoridades de control.
política obteniendo bajísimas votaciones y las
expectativas de renovación (…) solamente se
materializaron en las votaciones de Yaku Pérez
y Xavier Hervas” (Pachano, 2021, p. 6).
En la primera vuelta electoral, el binomio
del correísmo integrado por Andrés Arauz y
Carlos Rabascall se impuso con el 32,7% de
votos válidos por sobre los otros 15, seguido
a 12 puntos de distancia por Guillermo
Lasso, quien alcanzó el 19,7% en una reñida
disputa con el candidato Pérez, quien logró
el 19,4% y acusó a la autoridad electoral
de haberlo perjudicado, al no permitir la
apertura de urnas para un recuento “voto a
voto”. Hervas se llevó el 15,7% y los otros 12
candidatos se repartieron el 12,4% restante.
En las elecciones legislativas que se
realizaron a la par de la primera vuelta, la
Revolución Ciudadana obtuvo 49 de 137
escaños, seguido de Pachakutik que se llevó
27 y la Izquierda Democrática que logró
18 espacios, estos últimos que auspiciaron
las candidaturas de Pérez y Hervas,
respectivamente.
La votación obtenida por ambos aspirantes
presidenciales, hizo pensar a los analistas,
que se había terminado el clivaje correísmo-
anticorreísmo que marcó las campañas
electorales de las presidenciales de 2013 y
2017, como lo recoge Pachano (2021): “Este
no fue tan determinante en estos comicios
en la medida en que “los electores se
guiaron básicamente por las características
de los candidatos, por las ofertas concretas,
por las características de las campañas y por
la percepción de renovación que aportaba
cada uno de ellos” (p. 7).
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REVISTA ESPECIALIZADA
JUSTICIA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Número 7 Año 6 2023
Según Pachano, los porcentajes obtenidos por
Pérez y por Hervas expresaron el rechazo al
antagonismo correísmo-anticorreísmo, pero
al mismo tiempo el anhelo de renovación
política, debilitando tanto a Arauz como
a Lasso. Sin embargo, “es probable que la
votación de Pérez y Hervas se haya visto
perjudicada por la desconanza hacia los
políticos desconocidos” (pp. 8-9).
Las votaciones obtenidas por Pérez
y por Hervas fueron, en conjunto, el
factor más importante para que no se
congurara el escenario de empate
y polarización. Ambos obtuvieron
votos que pudieron ir a los primeros
y ocuparon espacios (ideológicos y
de otros tipos) que aquellos dejaban
vacíos. (Pachano, 2021, p. 9)
En la práctica, tanto Hervas como Pérez
utilizaron TikTok para posicionarse,
especialmente, entre los jóvenes, siendo su
capacidad de adaptación a estos “nuevos”
formatos, su mayor fortaleza. Para la segunda
vuelta electoral, Lasso incursionó también
en el uso de esta plataforma, logrando
desmontar los 12 puntos de diferencia que
lo separaban de Andrés Arauz y ganar la
Presidencia de la República.
Figura 1. TikTok de los candidatos presidenciales 2021
Fuente: Cuentas de TikTok de Lasso, Pérez y Hervas /Elaboración propia.
La imagen 1 es icónica, respecto del uso
de TikTok por parte de tres de los cuatro
candidatos presidenciales que obtuvieron
importantes votaciones en la primera vuelta
e incluso uno de ellos fue elegido Presidente
de la República, en el balotaje, con una
remontada e impresionante votación de más
de 12 puntos que le llevaba el candidato
Andrés Arauz.
Guillermo Lasso, Yaku Pérez y Xavier Hervas
son claros ejemplos de cómo esta red social
les permitió posicionarse ante un electorado
totalmente distinto al tradicional, que se
caracterizaba por una forma convencional
de entender la política, las campañas y
las preferencias electorales, mediadas
-hasta hace pocos años- por los medios
de comunicación, los líderes de opinión
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
y las encuestas de intención de voto de la
ciudadanía.
Pasar de una imagen formal (terno y
corbata) de un banquero convencional
a una imagen casual y, en cierto sentido
“juvenil”, fue decisivo para Lasso, no tanto
por la connotación que proyectó sino por el
símbolo que utilizó: unos zapatos deportivos
de color rojo.
La fotografía de Lasso usando estos zapatos
se publicó como parte de una entrevista
que el entonces candidato otorgó a diario
EXTRA de la ciudad de Guayaquil, y según
el propio entrevistado, respondió a una
decisión “casual”. “Calculé que se iba a
hacer en mi estudio y que solo iba a salir de
la cintura para arriba en la foto y no pasaba
nada. La sorpresa fue que se armó un estudio
de improvisto y me senté para la entrevista.
Y todo salió, luego se hizo viral”, señaló al
medio guayaquileño.
Algo parecido sucedió con Yaku Pérez,
quien alcanzó una impensable votación de
casi 1,4 millones de personas, permitiéndole
al movimiento Pachakutik lograr el mayor
número de asambleístas de su historia.
Su campaña utilizó TikTok para mostrar
una imagen del candidato junto a su
pareja sentimental, que fue decisiva para
incrementar su popularidad, ya que permitió
posicionarlo como una “persona capaz” de
ser presidente apelando al arquetipo de que
no existe un hombre con mayor capacidad
que, a pesar de no ser agraciado físicamente,
tenga una pareja simpática.
El caso de Hervas, en cambio, fue totalmente
signicativo en la medida en que en las
Elecciones Generales 2021 era el candidato
outsider; es decir, el totalmente nuevo sin
pasado partidista alguno, que auspiciado
por la Izquierda Democrática, logró un
importantísimo tercer lugar, lo que se
tradujo en un nutrido bloque parlamentario
de 18 legisladores para ese partido político.
Hervas fue el primer candidato de esa
contienda en utilizar la plataforma TikTok
en su campaña, con el objetivo de llegar al
“voto joven” mediante un lenguaje sencillo
y directo, así como una puesta en escena
que rompió todos los esquemas cuando,
por ejemplo, apareció vestido de “viuda”
conduciendo un scooter, a propósito de las
estas de n de año que coincidieron con la
campaña electoral.
3.2.-Elecciones Seccionales 2023:
¡viva la TikTokracia!
El éxito electoral de Lasso, Pérez y Hervas
en 2021 gracias, en parte, al uso de la red
social TikTok, en sus respectivas campañas,
intentó ser replicado en las Elecciones
Seccionales del 5 de febrero de 2023,
cuando se produjo una ebullición de
candidatos que empezaron a utilizar esta
red para llegar a sus electorados, siendo
emblemáticos los casos de la exalcaldesa de
Guayaquil, Cynthia Viteri (PSC), quien iba a
la reelección; y, del defenestrado alcalde de
Quito, Jorge Yunda Machado (PK), electo en
2019, pero que fue destituido de su cargo
por temas de supuesta corrupción pese a lo
que logró inscribir su candidatura.
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REVISTA ESPECIALIZADA
JUSTICIA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Número 7 Año 6 2023
Figura 2. TikTok candidatos alcaldes de Quito y Guayaquil 2023
Fuente: Cuentas de TikTok de Jorge Yunda Machado y Cynthia Viteri /Elaboración propia.
Tanto Yunda como Viteri emprendieron
sus campañas electorales de manera
innovadora con relación a los otros
candidatos. Planicado o no, Viteri
mostró su transformación física y política,
distanciándose de la gura tradicional de la
expresentadora de noticias y exdiputada por
el PSC, que mantuvo durante años.
Desde las cuentas de Facebook y TikTok de
la entonces alcaldesa Viteri se difundió la
imagen de una autoridad que acaparaba la
atención de sus seguidores, construyendo
una imagen de “mujer liberal”, que en las
historias de sus redes iba presentando las
obras de su gestión en la municipalidad. Sea
o no verdad lo que difundía, logró fusionar
su nuevo aspecto físico con los resultados
concretos de su trabajo como alcaldesa.
Curiosamente, este relato de manera
intencionada o no, invisibilizó la realidad
por la que atravesaba Guayaquil ese
momento, como una de las 50 ciudades
más inseguras del mundo. El medio
digital GK, realizó un reportaje sobre
la transformación de Viteri, a quien
“(…) parece no importarle la enorme
cantidad de ciudadanos que carecen de
servicios básicos” (Terán, 2022).
De forma paralela, el destituido alcalde
de Quito y conocido radiodifusor, Jorge
Yunda Machado, quien aspiró regresar
al cabildo capitalino en las Elecciones
Seccionales 2023 es -sin duda alguna- uno
de los candidatos que mejor se adaptó a
TikTok. Es al parecer el único caso en el
que la personalidad del postulante estaba
“naturalmente” diseñada para esta red, a
diferencia de las otras candidaturas.
En la práctica, el hecho que el exalcalde haya
enfrentado procesos judiciales por la compra
de pruebas no adecuadas para detección de
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
COVID-19, que su exsecretario de Salud
esté prófugo por ese caso, o que su hijo
haya tenido presunta inuencia decisiva en
la burocracia municipal, pasaron a segundo
plano. Lo importante fue que “hacía reír”,
jugaba volley en los barrios, cantaba y
bailaba con la ciudadanía.
Y en este caso, esa estrategia daba buenos
resultados. A octubre de 2022, Yunda tenía
el 18,43% de intención de voto, de acuerdo
con Perles de Opinión y según Market el
17,7%, seguido de Pedro Freile (9,76%),
Andrés Páez (6,69%) y Pabel Muñoz
(6,57%); sin embargo, en ese momento en
Quito se registró un 36,62% de ciudadanos
que anularían su voto y un 11,05% que
dejaría en blanco la papeleta.
El exalcalde manejó una estrategia política
de acercamiento al movimiento indígena
que, en junio de 2022, protagonizó un paro
nacional que bloqueó el país por casi 20
días.; su acercamiento con el candidato a la
Prefectura de Pichincha y al exalcalde del
cantón Cayambe, Guillermo Churuchumbi,
quien a su vez es cercano al presidente de la
Confederación de Nacionalidades Indígenas
del Ecuador (CONAIE), Leonidas Iza, gura
central de esas paralizaciones. El cálculo de
Yunda apuntaba a capitalizar electoralmente
a ese sector popular de las periferias de
Quito, que se activó en el paro de junio,
incluso antes que los indígenas lleguen a la
capital.
A nivel político, la división de la derecha,
en al menos tres candidaturas a la alcaldía
(Coloma, Alarcón y Páez); la aparente
escición del correísmo, igualmente, en tres
frentes (Muñoz, Maldonado y Carrión);
y, la falta de consolidación del candidato
outsider (Pedro Freile) hacía Yunda, una
gura considerada potencial ganador, como
lo anunciaron prácticamente todas las
encuestas.
4.- Conclusiones
Parece evidente que los medios de
comunicación han perdido el monopolio
de la construcción de la esfera pública que,
actualmente, viene siendo moldeada por
multitudes de individuos que interactúan a
toda hora, desde cualquier parte del mundo
en una conversación sin n, que abarca
aspectos tan disímiles como el hedonismo,
la pornografía, el ocio, los juegos en línea,
la política, entre otros. Esta situación hace
que surjan y se posicionen nuevos formatos
donde, generalmente, importan mucho más
las formas que los contenidos. Las opiniones
ya no se sustentan en argumentos lógicos o
en razones de Estado sino en percepciones
y sensaciones de las audiencias. Es en este
escenario, donde la lucha por el poder se
expresa tanto en el plano institucional a
través de los procesos electorales, como en
la arena extra institucional, en fenómenos
complejos que incluso llegan a afectar la
integridad y la vida de las personas mediante
la violencia social y, en casos extremos, el
terrorismo.
La conexión virtual y la desconexión real
que nos ofrecen las redes sociales modican
las campañas políticas y el comportamiento
de candidatos y electores, toda vez que
los primeros intentan calzar en los nuevos
formatos como TikTok, independientemente,
de si están o no listos para eso, dejando
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REVISTA ESPECIALIZADA
JUSTICIA ELECTORAL Y DEMOCRACIA
Número 7 Año 6 2023
como resultado que en lugar de posicionar
su imagen, como una opción viable para
un cargo de elección popular, caigan en el
absoluto ridículo. Este punto es importante;
sin embargo, hay que entender que existen
candidatos más aptos que otros para
presentarse en esta red social, como el caso
de Jorge Yunda, quien literalmente se mueve
como “pez en el agua” en esta plataforma,
que -a diferencia de otras redes- apela a una
suerte de “autenticidad” de los contenidos.
Siguiendo la reexión planteada en el debate
conceptual de este documento, es claro que
se está gestando un nuevo tipo de democracia,
que ya no está relacionada directamente
con los partidos políticos, los programas de
gobierno e incluso los procesos electorales
propiamente dichos, sino con el lenguaje
y las formas con las que estas variables se
adaptan a los nuevos encuadres impuestos
por las redes sociales. Autores como Durán
y Nieto (2018) o Chul-Han (2022) y Bauman
y Donskis (2019) ya advierten de este
particular desde distintas ópticas, pero bajo
un mismo convencimiento: no hay vuelta
atrás de esta revolución de las Tecnologías
de la Información y Comunicación por la
que está atravesando el mundo desde hace
más de dos lustros.
En estas circunstancias, me parece que el
debate y las iniciativas para combatir las fake
news corren el riesgo de caer en un “saco
roto”, en la medida en que en el mundo
de la virtualidad, lo verdadero y lo falso
es prácticamente imposible de controlar,
porque desde las instituciones no se lo hace,
siendo más bien los usuarios de estas redes
quienes deberían ser los que cuenten con las
sucientes herramientas para discernir entre
los diferentes tipos de contenidos. Puesto
que, incluso fuentes otrora legítimas, como
las empresas encuestadoras y los propios
medios de comunicación, muchas veces, se
hacen eco de informaciones difundidas en
redes, sin mayor rigurosidad.
Las redes y las fake news ¿democratizan
el sistema político?, como se planteó al
inicio de esta investigación. La respuesta
es dual. Por un lado, efectivamente sí
logran que los ciudadanos, a través de sus
redes sociales, soliciten respuestas a los
políticos y a los candidatos. Por otro, pueden
constituirse en una amenaza a la estabilidad
democrática, cuando esta no alcance a dar
respuestas concretas a un sin número de
demandas que, muchas veces, se presentan
de manera simultánea utilizando una mezcla
de información viral, que es imposible de
contener.
Finalmente, a la luz de los resultados
alcanzados por los candidatos que “mejor”
usaron la red social TikTok, como Yunda
y Viteri en los Comicios Seccionales de
febrero 2023, es evidente que el volcarse
únicamente a esta plataforma no fue
suciente para garantizar un triunfo en las
urnas. Cabe precisar, que concretamente
en estas elecciones, jugaron a favor de los
candidatos ganadores otras variables de
corte político que les permitieron obtener
claras victorias en importantes ciudades
y provincias del país. Esto abre una nueva
interrogante sobre la incidencia de esta red
en los electores, que con seguridad podrá
medirse en futuras elecciones.
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ECUADOR: LA INCIDENCIA DE TIKTOK Y FAKE NEWS EN LOS PROCESOS
ELECTORALES COMPRENDIDOS ENTRE EL PERÍODO 2021 – 2023
Wilson Benavides Vásquez
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